miércoles, 13 de enero de 2016

ESTRATEGIA PARA MEJORAR LA ORTOGRAFÍA ARBITRARIA


 


La ortografía arbitraria sirve para escribir correctamente palabras que no siguen reglas ortográficas. Para escribir correctamente estas palabras, el niño/a tiene que buscar en su memoria visual la forma escrita de la palabra. Pero hay niños que tienen  dificultades en el acceso a la lectura por la vía directa o visual (leen de manera silábica, comprenden peor el texto y cometen muchos errores).

Esta estrategia consta de las siguientes actividades:
-     El niño/a leerá de manera silenciosa un texto de unos 20 reglones, luego deberá leerlo en voz    alta .   A  medida  que  el niño/a lea más rápido y no cometa errores, se aumentara  la cantidad de reglones.
-          Realizarle dictados al niño/a de las palabras que tengan conflicto ortográfico.
-          Corrección del dictado por parte del niño/a Siguiendo las instrucciones de la persona que supervisa el dictado. 
Con los errores ortográficos cometidos se efectúa las siguientes actividades: 
                           * El niño/a deberá escribir tres frases que contengan la palabra errónea.                                                        * El niño/a deberá escribir en un cuaderno que va a contener la lista con los                                                    errores que va  corrigiendo.

El niño/a leerá la lista de palabras erróneas de las últimas sesiones y luego se podrecerá      a realizarle un dictado que contenga dichas palabras.

- Si se siguen cometiendo errores, además de hacer tres frases, deberá dar color a la ficha bordeando las letras que forman la palabra sin sobrescribir en ella.

- Las palabras que se escriben mal se mantienen 5 sesiones más. si las escribe bien en cinco ocasiones continuamos con otras palabras.

- Cada cierto tiempo se efectúa una sesión de control, en las que se muestran durante unos minutos 30 palabras aprendidas y se eligen al azar o las palabras que le ha constado más aprender. Con esas palabras se efectúa un dictado.

Nota: la eficacia de la estrategia depende, entre otras cosas, de la constancia.