viernes, 23 de mayo de 2014

¿QUE ES LA DANZATERAPIA?





El camino del danzaterapeuta es el aprendizaje de un conjunto de técnicas y conocimientos teóricos así como el desarrollo de su intuición, paciencia, tenacidad y capacidad de emplear y recrear los diferentes estímulos aprendidos.

El objeto de su trabajo preventivo o de curación no es nada más ni nada menos que un sujeto, por eso el danzaterapeuta, en su hacer profesional, debe tener conciencia de sus actos, sabrá si es eficaz su intervención sólo si reconoce sus móviles, porqué se produce lo que se produce al dar una consigna. Esto último no es una cuestión azarosa: es el atravesamiento teórico y vivencial de todo danzaterapeuta que desee conducir y sostener un tratamiento.
¿Cuál es el motivo por el cual el arte, en este caso el arte de la danza, ha entrado en el campo de la salud? Entre todas las expresiones del hombre, el arte siempre tuvo un lugar audaz y transgresor; el arte mira al sujeto con los ojos del interior en relación con el mundo externo; con la mirada del impulso creador en un acontecer más allá de lo racional. Será por este motivo que, frente a lo desconcertante y hasta inexplicable de las emociones y reacciones humanas, surgen desde mediados del siglo XX terapéuticas que partiendo de lo intrínsecamente “expresivo” del arte buscan aproximarse a la comprensión del sujeto que padece.
La danzaterapia da la posibilidad de transgredir operativamente conceptos establecidos por la sociedad; es la posibilidad de sentir alegría, confianza y seguridad. Permite la posibilidad de transformar lo dado, de crear una respuesta a situaciones nuevas, y de crear una nueva respuesta a situaciones viejas. La técnica promueve la actitud activa de los pacientes, transformándolos en protagonistas de su propia curación brindando herramientas para continuar y planificar sus vidas. No hay limitaciones de edad, sexo, condición social, grado de disponibilidad del movimiento o nivel de desarrollo intelectual para las distintas personas que incursionan en este proceso.
Los danzaterapeutas ejercen su profesión en diversos ámbitos: pedagógicos, recreativos, de rehabilitación y clínicos. Parten del concepto de salud como la posibilidad de aprender. Salud es lo no estereotipado, es la posibilidad de estructurar nuevas formas de expresión y de operación.
Su función es abrir canales de comunicación para facilitar el interjuego de la persona a través de la danza, la música, el silencio, el juego, la escritura, el dibujo, la palabra, el humor y los objetos intermediarios.
Ser danzaterapeuta requiere poner el cuerpo, el afecto, la mirada reflexiva, el permiso a la fantasía, la capacidad de juego, la posibilidad de adaptar su propio tiempo al tiempo de cada grupo.
Sus herramientas técnicas le permitirán delinear su rol para:
· Organizar el trabajo corporal del otro a través de diferentes estímulos  creativos.
·Generar confianza en el grupo.
· Escuchar suspendiendo juicios y prejuicios.
· Escuchar abriendo espacios que posibiliten la emergencia de lo nuevo.
· Trabajar sobre los emergentes individuales y grupales.


 Aplicaciones de la danzaterapia
· En el caso de pequeños aislados o tímidos, que sufran algún tipo de rechazo del grupo, la experiencia con el cuerpo mediante el ritmo les permite movilizar la vía de comunicación en su interior. ¿Por qué me muevo y para qué? se convierte en la clave.
· El no oir (sordera e hipoacusia) no significa no poder pensar o no poder sentir. Para un oyente, el silencio no es profundo ni permanente, para aquel afectado por la sordera es un pozo sin colores, un hueco profundo porque no existe la memoria auditiva, el silencio es lo cotidiano. El método descubre el lenguaje encerrado en el cuerpo para que pueda danzar con las palabras, formas, colores y ritmo mediante su expresión.
· En el caso de niños o adultos ciegos la danzaterapia intenta despertar la dormida expresividad y ser un puente para el encuentro con su propio cuerpo, sin esa rigidez física a la que se acostumbran.
· Discapacidad mental: el danzaterapeuta trabaja sobre la persona que se mueve, no sobre el síndrome o enfermedad; lo que no significa que desconozca las características de cada patología. Se trata de mirar, proponer, intervenir, escuchar, leer, más allá de la cosa en sí, del ser paralítico cerebral o síndrome de Down o cualquier otra cosa, para que en la escena clínica se ponga en juego el decir y el actuar de una persona y no el de un síndrome. Entra en juego el deseo y el placer de la persona por el movimiento.
· Discapacidad física: el lenguaje del cuerpo es muy antiguo, es primitivo, primario y algo tan natural como bailar para estar juntos e integrarse nos fue quitado por la idea de la especialización. Todos los cuerpos tienen un lenguaje, y esto no tiene nada que ver con cómo sea ese cuerpo. El danzaterapeuta se interroga acerca de la historia singular de ese cuerpo, de su sufrimiento corporal, de su esquema corporal y de su imagen corporal intentando en la operación clínica rescatar al sujeto que en el movimiento – danza se pone en escena.
· En nuestra cultura, cimentada sobre la palabra, no pensamos que en determinadas circunstancias resulta difícil y en ocasiones imposibles comunicarse a través de ellas. Este es el caso de la mayoría de los pacientes mentales (psiquiátricos) en ocasiones tan severamente alterados que pueden haber perdido todo contacto con el mundo que los rodea (psicosis).



viernes, 16 de mayo de 2014

¿ QUE ES LA MUSICOTERAPIA


La Asociación Internacional de Musicoterapia  la define como: Musicoterapia es la utilización de la música y/o de sus elementos (sonido, ritmo, melodí­a y armoní­a) por un Musicoterapeuta calificado, con un paciente o grupo, en un proceso destinado a facilitar y promover comunicación, aprendizaje, movilización, expresión, organización u otros objetivos terapéuticos relevantes, a fin de asistir a las necesidades fí­sicas, psí­quicas, sociales y cognitivas.

La Musicoterapia busca descubrir potenciales y/o restituir funciones del
individuo para que el / ella alcance una mejor organización intra y/o interpersonal y, consecuentemente, una mejor calidad de vida. A través de la prevención y rehabilitación en un tratamiento."

A QUIEN VA DIRIGIDA LA MUSICOTERAPIA?
Las áreas de aplicación de la musicoterapia actualmente son de un campo muy variado: Psicosis, Autismo, Enfermedades Psicosomáticas, Neurosis; Geriatría, Bulimia-Anorexia, Discapacidad motora y sensorial, Rehabilitación,

AREAS DE TRATAMIENTO

Habilidades Motrices: A través de las actividades musicales se trabaja la coordinación y el equilibrio, la movilidad y el desarrollo de las actividades motrices funcionales. A la vez, se puede lograr la mejora de la coordinación motora, la amplitud de movimiento, el tono muscular y la respiración.

Habilidades Sensoriales: Mediante técnicas musicales dirigidas se aumenta la capacidad de recibir y diferenciar estímulos sensoriales. Posteriormente, se logra una organización e interpretación de los mismos y la producción de la respuesta deseada.

Habilidades Cognitivas: Con la música como elemento motivador se estimulan las funciones superiores: la atención, la memoria, el nivel de alerta, la orientación, el reconocimiento, el aprendizaje y la imaginación.

Habilidades Socio-Emocionales: Las técnicas musicales receptivas y activas facilitan la expresión y el compartir de emociones y sentimientos a la vez que promueven la interacción y las habilidades sociales. Por otro lado, el uso terapéutico de la música fomenta el auto-conocimiento de la persona, permitiendo un aumento de su autoestima y una reducción de los sentimientos depresivos, de ansiedad y de estrés.

COMO SE REALIZA LA MUSICOTERAPIA

Por medio de la música se crea un nexo de comunicación entre médico y paciente, lo que permite lograr mejorías en los distintos trastornos. En este proceso se recurre a distintas técnicas, según cada persona y su tipo de problema. Por ejemplo, para reducir el estrés se emplean los efectos fisiológicos de algunas músicas que al ser escuchadas generan un estado modificado de conciencia, en el cual la persona supera de forma creativa sus conflictos y las causas de su tensión nerviosa.
 
En cambio, para abordar problemas como el autismo, se induce al paciente a que utilice su propio cuerpo y distintos instrumentos para que produzca sonidos que le ayuden a mejorar el manejo de sus manos, la relación con otras personas y la diferenciación del mundo que le rodea.

Durante la sesión de musicoterapia, la persona verbaliza sus emociones, reacciona ante el estímulo sonoro, despierta vivencias ocultas en su subconsciente, se expresa a través de dibujos o palabras. También suele comentar lo que piensa y siente, estableciendo un vínculo con el terapeuta, que le permite ir resolviendo su problema.

La terapia, que se efectúa en una sala insonorizada, consiste en sesiones semanales o diarias, particulares o grupales, en un proceso que dura un mínimo de seis meses.
Cada sesión tiene una fase de calentamiento, durante la cual el terapeuta entra en contacto con el paciente y evalúa su estado.
Después se establece la idea bajo la cual se trabajará, se elige el material que se usará en la actividad y se inicia la sesión, durante la cual el paciente interpretará o escuchará distintas músicas.

El musicoterapeuta emplea todo tipo de música, considerando como tal a todos los sonidos, ruidos, silencios, gestos o movimientos, que provengan de grabaciones, produzca el propio cuerpo o generen instrumentos musicales.
Se trabaja sobre todo con música clásica, aunque no se excluye ningún tipo de melodía como la new age, el pop o el rock.

La musicoterapia se puede aplicar de dos formas:
Activa: Cantar, música y movimiento,  tocar instrumentos, y audición.
Receptiva : Métodos de relajación e imaginación guiada (estudiar el mundo interior del paciente).