viernes, 5 de febrero de 2016

INTEGRACION SENSORIAL


A. Jane Ayres, Doctora en psicóloga educacional, postgrado en el instituto de investigación cerebral UCLA de neurofisiología, terapeuta ocupacional, docente e investigadora es la primera que basándose en sus conocimientos como terapeuta ocupacional y en sus conocimientos relacionados con las neurociencias, desarrollo a través de observación e investigación el marco teórico y clínico de la integración sensorial y sus disfunciones.

Jane Ayres definió el proceso de integración sensorial como “el proceso neurológico que organiza las sensaciones del propio cuerpo y del medio ambiente, y hace posible usar el cuerpo efectivamente en su entorno”.

Este proceso tiene lugar a nivel cerebral y permite analizar, organizar e interpretar todas las sensaciones que percibimos a través de los sentidos y utilizarlas para actuar y desempeñar nuestras actividades de la vida diaria. Este proceso (que realizamos de manera automática e inconsciente) es muy complejo, e implica numerosos procesos a nivel del sistema nervioso central.

Cada persona procesa la información sensorial de un modo diferente, en la que intervienen factores genéticos, biológicos, ambientales, experiencias vitales etc. Es por ello que las disfunciones sensoriales pueden tener un origen multicausal.

La Dra. Ayres consideró el proceso de integración sensorial como la base para el posterior desarrollo a nivel emocional, cognitivo, motor y comunicativo. En consecuencia, un pobre procesamiento sensorial podría explicar conductas disfuncionales como: problemas de regulación del estado de alerta/sueño/atención, dificultades en la participación en actividades y ocupaciones, dificultades en el desarrollo de habilidades, problemas en el autoconocimiento, la autoestima o problemas de conducta o emocional.

La integración sensorial incluye tres aspectos fundamentales en su marco teórico y son:

1. El estudio e investigación del procesamiento normal de la información sensorial: identificando cuatro fases principales de cómo la información sensorial llega a nuestro sistema nervioso central y son:

- Registro: permite tomar conciencia de cada estímulo por separado

- Modulación/ regulación: Regula la intensidad con la que percibimos los estímulos.

-  Discriminación: Permite la organización e interpretación del estímulo y distinguir su relevancia, características y cualidades específicas.

- Integración: Es la que se encarga de unir todos los estímulos de los diferentes sentidos para interpretar las demandas del entorno y las posibilidades de nuestro propio cuerpo, para así poder elaborar una respuesta adecuada.

Las dos primeras fases influyen sobre el nivel de alerta de la persona y los dos últimos sobre el planeamiento motor, las praxis.

Si este procesamiento es adecuado favorecerá la maduración, el desarrollo neurológico y la elaboración de respuestas adaptativas y, en consecuencia, el desarrollo eficaz del desempeño ocupacional.

 2. Estudio e investigación del desarrollo sensorial normal en los niños: La Dra. J. Ayres estudió en profundidad cómo evolucionaba la integración sensorial en los siete primeros años de vida. Consideraba que esta etapa era fundamental, ya que en ella se desarrollaban aprendizajes fundamentales que después influirían en el desempeño ocupacional futuro.

Así mismo, destacó la influencia del ambiente sensorial donde crece el niño y las oportunidades de participación que le ofrezcan.

3. Estudio e investigación  de las disfunciones en integración sensorial: Se produce cuando este procesamiento sensorial no se  de manera eficaz, ya que el sistema nervioso central no procesa, organiza e integra la información sensorial de manera adecuada.

Dicha disfunción puede generar problemas a nivel de desarrollo, dificultades de aprendizaje, dificultades emocionales, problemas de comportamiento, de atención, etc.; que impactan de manera negativa en la funcionalidad y en la participación de las actividades diarias.

Dentro del procesamiento sensorial, la disfunción puede darse en relación a una o varias de sus  etapas.

Si su deficiencia está relacionado con un pobre o nulo registro sensorial y /o una modulación sensorial inadecuada, podremos evidenciar en el niño alteraciones en el nivel de alerta y nivel de actividad, denominándose disfunción de la modulación sensorial, y puede ser de dos tipos:

- Hiporrespuesta/ hiporresponsividad/ hiposensibilidad sensorial que generará  respuestas no adaptativas: de búsqueda de ese estímulo sensorial y de no respuesta a dicho estímulo.

- Hiperrespuesta/ hiperresponsividad/ hipersensibilidad al input sensorial que provocará respuestas no adaptativas: de huida, evitación y lucha hacia ese estimulo sensorial.

- Si el problema tiene que ver más con la discriminación y/o con la integración de un estímulo con otros, la disfunción se denomina dispraxia y las dificultades están relacionadas con la planificación motora, con la secuenciación, organización temporo-espacial etc.

Es importante resaltar que un niño puede tener hiporrespuesta a un tipo de estímulo e hiperrrespuesta a otro estimulo diferente  y además una dispraxia.

La Dra. Ayres, definió las siguientes disfunciones:

DISFUNCION VESTIBULAR:

 - Hiposensibilidad al estímulo vestibular: Se evidencia cuando los niños presentan dificultad en el control postural, en actividades bilaterales y de secuenciación, problemas de atención, dificultades académicas y motricidad fina.

- Hipersensilidad al estímulo vestibular: se evidencia cuando los niños muestran miedo ante el movimiento y pueden reaccionar con angustia, mareos o evitación.

Algunos ejemplos de actividades  que se pueden hacer: Actividades con movimiento lineal, rotatorio u orbital, balancearse, saltar con materiales en suspensión o no.

DISFUNCIÓN PROPIOCEPTIVA:

- Hiposensibilidad al estímulo propioceptivo: Se observa en niños con dificultades motoras, torpes, dificultades de coordinación y disociación, controlan poco su cuerpo, rompen cosas con facilidad.

- Propiocepción como modulación: Se Evidencia en niños hiperactivos o problemáticos con problemas de atención, no controlan su fuerza, bajo nivel académico etc.

Algunos ejemplos de actividades  que se pueden hacer: actividades con tensión y estiramiento muscular, como tirar y empujar, saltar, transportar objetos pesados  etc.

DISFUNCIÓN TÁCTIL:

-Hiporresponsividad al estímulo táctil: Esta dificultad hace que los niños busquen tocar, acariciar, abrazar, estar en contacto.

- Defensividad táctil: Provoca en los niños dificultades a la hora de realizar actividades de la vida diaria como la ducha, el vestido, la comida, evitan el contacto corporal dificultando las relaciones interpersonales.

- trastorno de discriminación táctil: Se observan de coordinación y motricidad fina, torpeza motora, pobre conocimiento de su cuerpo y problemas de praxis.

Algunos ejemplos de actividades  que se pueden hacer: Vibración, masajes, abrazos, toques ligeros, juegos con alimentos, crema de afeitar o plastilina, encontrar objetos en una caja con distintos materiales, actividades de tacto profundo a nivel corporal como: saltar, arrastrarse por diferentes materiales etc.

DISPRAXIA (déficit de planeamiento motor de base sensorial):
Provoca en los niños dificultad para andar en bicicleta, abrocharse botones o cordones, rechazan juegos de pelota y juegos con otros, también presentan dificultades en la organización y secuenciación de las tareas, en resolución de problemas  etc.

Existen una medida de fidelidad creada en 2007 y publicada en 2011 y se trata de una herramienta validada que permite evaluar de manera objetiva si la intervención respeta los principios fundamentales del enfoque de integración sensorial de Ayres. Sus propósitos son delimitar qué es y qué no es la integración sensorial.

Los profesionales que evalúan, diagnostican y realizan el tratamiento con esta técnica  son las terapeutas ocupacionales.