Es un trastorno que se presenta en las personas desde la
niñez y puede durar incluso hasta la edad Adulta. Se caracteriza por una
dificultad o incapacidad para mantener la atención voluntaria frente a
determinadas actividades tanto en el ámbito académico, como cotidiano. Por ende
las relaciones sociales se ven afectadas. Habitualmente se asocia este déficit
a una falta de autocontrol y sobre todo dificultades en la toma de conciencia
de sus errores.
Los síntomas que evidencian un TDA-H
pueden presentarse en su totalidad o en parte. El Manual Diagnóstico
Estadístico de Enfermedades Mentales DSM-IV, distingue tres subtipos:
DÉFICIT DE ATENCIÓN
Son niños que
presentan algunas de estas características:
Algunas veces no
prestan atención suficiente a los detalles y cometen errores por descuido tanto
en las tareas escolares como en otras actividades.
Tienen dificultad para
mantener la atención en las tares.
Presentan dificultad
para organizar tareas o actividades.
A menudo evitan tareas
que le requieren esfuerzo mental.
Algunas veces no siguen
las instrucciones que se le indican.
A menudo parecen no
escuchar cuando se le habla.
Tienden a pierde cosas necesarias para las tareas
(lápices, libros, ejercicios escolares, agenda,).
Son descuidados y
olvidadizos en las actividades diarias (lavarse los dientes, vestirse, recoger
sus cosas).
A menudo se distraen
fácilmente por estímulos irrelevantes.
Tiene dificultad para
prestar atención a dos estímulos distintos (por ejemplo, leer lo que está en la
pizarra y escribirlo en el cuaderno).
Presentan un tiempo
cognitivo lento.
Presentan problemas
para nominar, leer, escribir y/o realizar operaciones de cálculo.
HIPERACTIVIDAD
Son niños que presentan algunas de
las siguientes características:
Mueven en exceso manos y pies y se retuerce en el
asiento.
Les cuesta quedarse
sentado cuando lo debe hacer.
A menudo corren o
trepan en situaciones inapropiadas. A menudo le es difícil jugar o participar
en actividades de forma tranquila.
Hablan en exceso.
Expresan las emociones
con mayor intensidad.
A menudo va de un lado
a otro sin motivo aparente.
Les cuesta esperar su
turno.
IMPULSIVIDAD
Son niños que presentan algunas de
estas características:
Actúan sin pensar.
Hablan en momentos
poco oportunos o responde precipitadamente a preguntas que todavía no se han
acabado de formular.
Interrumpen a los
demás o se entromete en sus asuntos.
Interrumpen en juegos
y explicaciones.
Son poco previsores y
olvida planificar.
A menudo se muestran
impaciencia y tienen dificultad para aplazar una gratificación.
Pierden con facilidad
la paciencia.
Tienen mal humor o
irritabilidad.
A menudo no saben
perder y se pelean por cualquier cosa.
A menudo destroza sus
propias cosas y las de otros.
Trastornos específicos del
aprendizaje y TDAH
Los niños con TDAH tienen un riesgo mayor
que los demás niños de tener dificultades académicas, debido a las dificultades
organizativas, de planificación, priorización, atención y Precipitación de las respuestas que
obedecen a las alteraciones de las funciones ejecutivas (memoria de trabajo e
inhibición de las respuestas) propias del TDAH; las dificultades que comportan los
trastornos específicos del aprendizaje frecuentemente asociados son la
dislexia, digrafía, discalculia o trastornos del aprendizaje no especificado.
Es importante destacar que estos niños tienen un coeficiente intelectual en la
media o por encima de la media.
Los tratamientos pueden aliviar muchos de los
síntomas del trastorno, gracias a las diferentes medicaciones que existen en el mercado y que tienen que ser indicados
por el neurólogo y a al tratamiento terapéutico por la logopeda, psicóloga, y
el colegio, ayuda a que la mayoría de
las personas que padecen del TDAH pueden tener éxito en la escuela y vivir
vidas productivas.
Actualmente todavía no hay cura para TDAH, pero
los investigadores están desarrollando
tratamientos e intervenciones más eficaces y usando nuevas herramientas como
imágenes cerebrales, para comprender mejor el TDAH y encontrar maneras más
eficaces de tratarlo y prevenirlo.
Estrategia para docentes
Una de los mayores problemas de los niños
con TDAH es como evaluarlos en algunas
Comunidades Autónomas existen protocolos de actuación con niños con TDAH que
los profesores los deben poner en
práctica. Algunas de esas consideraciones son:
No debe emplearse el examen como estrategia
única de evaluación también tener en cuenta trabajos, cuadernos, ejercicios,
datos de observación.
Considerar el no poner calificación
numérica a todo, evalué
con criterio, en términos de
logro.
Indique con toda la antelación posible las
fechas de examen.
No poner más de un examen por día o muchos en una misma semana.
Evite pruebas extensas. Si tiene que
realizar exámenes, hágalos de poco contenido y con más frecuencia. Un sólo tema
en primaria y primeros cursos de la ESO.
Si falló en una prueba, dele la oportunidad de mejorar su nota.
Dejemos siempre una puerta abierta a la mejora, si no, nunca sucederá.
Darles más tiempo y ayudarles a controlarlo avisándoles del
tiempo que les queda.
Posibilidad de terminar exámenes
inconclusos con exposiciones orales.
Reducir el número de preguntas y hacer
preguntas más cortas.
Medidas de supervisión en la
evaluación
Leer en voz alta las preguntas con el
alumno/a y verificar que las entiende.
Recordar al alumno/a que revise el examen
antes de entregarlo y supervisar que han respondido a todas las preguntas.
Suelen dejar algunas en blanco o se olvidan de contestar algún apartado, aunque
sepan la respuesta.
Si no consigue centrarse en la pregunta,
guiarlo para ayudarle a reconducir la atención, con instrucciones como:
"Vuelve a leer", "párate y piensa", "estoy seguro de
que lo sabes", "termina la pregunta", "¿qué te están preguntando?".
Teniendo en cuenta estas recomendaciones,
podemos obtener una mejora importante en los exámenes del alumnado con TDAH.
Con estas pautas podremos conseguir que estos alumnos y alumnas mejoren su
rendimiento, constituyendo, en muchas ocasiones la diferencia entre el aprobado
y el suspenso.
Cuestiones
de formato en la evaluación
Preguntas y enunciados cortos, concretos y
simples, de una sola cuestión.
Evitar dar más de una instrucción o
pregunta a la vez.
Una pregunta por renglón y por folio.
Resaltar en negrita las palabras clave que
pueden ayudarle a mejorar su atención.
Si son preguntas abiertas de desarrollo,
establecer una guía de la estructura.
Combinar diferentes formatos de preguntas
en una misma prueba: preguntas abiertas, estructuradas y de opción múltiple
tipo test.
Mantenerlo cerca a la mesa del profesor.
Repetir las instrucciones (claras y
breves).
Divida las actividades largas en varias
cortas.
Tener una relación positiva entre el alumno
y el profesor, sólo así será posible una notable mejoría académica y social.
Planificar los exámenes en las primeras
horas del día ya que el niño estará más concentrado.
No sirve de nada mandar tantos deberes.
Porque tardan más tiempo en hacerlos.
Necesitan aprender y practicar técnicas de
estudio (anotar, dividir tareas, agrupar palabras por categorías, repetir
verbalmente etc.) más que insistir en conceptos.
Insistir en la coordinación casa-colegio.
Concretar lo máximo posible los problemas,
hacerlos físicos, materiales, más que abstractos.
Para paliar su problema con el manejo del
tiempo utilizar como referentes temporales los relojes, calendarios, etc.
Anuncie lo que viene antes de hacerlo o
decirlo.
Dele responsabilidad, confíe en el niño.
ESTRATEGIAS PARA LOS PADRES
Los niños con TDAH tienen a aburrirse más fácilmente que los demás;
por ello necesitan actividades muy estimulantes.
Utilice siempre mensajes positivos, premios
o alabanzas.
Para disminuir los comportamientos
inadecuados, se puede utilizar la técnica del tiempo fuera, no prestarle
atención
Para lograr que los niños con TDAH
obedezcan hay que simplificar las reglas de la casa; asegurarse de que ha
comprendido las órdenes; ayudarlos a hacer las cosas;
Es imprescindible hacer una lista de
actividades o plan de estudio a realizar y los horarios estables. Siempre
alegado de ruidos y distracciones.
Poseen un escaso sentido del pasado y del futuro,
demostrando excesivo interés por todo lo que ocurre en el presente, por lo que
no saben administrar el tiempo; para ello se puede recurrir a un reloj con
alarma que le indicará que debe empezar hacer una actividad y volverá a sonar
cuando debe terminar la actividad (comer, ducharse, jugar, deberes etc.).